Mi comida, solo es de carne y arroz
esa izo su cometido, el de alimentar el templo,
que dediqué a tu amor,
tus besos alimentan su encierro,
como pan en obrador,
su olor, se descubre antes que su luz,
su brillo, polvo parece en la noche cerrada,
donde mis ojos, como día lluvioso,
dedican la noche, en tu recuerdo.
Celoso estaría yo,
del Sol, si las nubes amigas no lo escondieran,
que se bien, se fijo en ti,
mas que de piel blanca,
pareces morena, de los besos que El te lanza.
mas no me lees, no me sientes,
y de celos me hablas, sin saber,
que se, fríos pasas en la noche y recurres mujer,
a una manta que no siente, antes que a mi,
te dejas, en los abrazos de la noche,
mientras los míos de frió se hielan,
esperando ser llamados aun en sueños,
en un susurro, y andar hacia ti,
el día me pilla con ellos abiertos,
perdido en mi sueño, sin ser llamado.
celos yo,
que se respiras, se que ves, se que hablas
y no es con migo,
de no ser quien te resguarde del frió,
de no ser tu abrigo,
